En el siguiente artículo vamos a presentarte una serie de estrategias que aunque no son infalibles, pueden aumentar tus probabilidades de ganar en el blackjack. No obstante, debes tomarlas con pinzas ya que la casa siempre juega con ventaja. Nuestra guía básica de blackjack intentará mejorar tus posibilidades al menos un poco.
El Blackjack tiene una característica que pocos juegos de casino tienen. Deja libertad al jugador para que este elija la próxima jugada. Se puede plantar, puede pedir carta, puede dividir la jugada (en algunas condiciones), puede realizar un seguro, etc… Esta libertad conlleva una responsabilidad, obviamente, pero también permite al jugador tener más opciones de victoria que otros juegos. De hecho, el Blackjack es el juego en donde la casa tiene menos ventaja, siempre y cuando se juegue de manera optima.
Pero, ¿se puede jugar de manera optima y asegurar la victoria en el Blackjack? Sí, se puede jugar de manera óptima, pero no se puede asegurar la victoria. Nunca. Esto hay que tenerlo claro desde el principio. La casa siempre tendrá una ventaja, menor cuanto mejor sepamos jugar, pero que siempre existirá. Jugando de manera óptima la casa tendrá un 0,4% más de posibilidades de victoria, es decir, el jugador nunca será favoritos, pero es obvio que con este porcentaje las cosas se igualan mucho. Y esto, hay que aprovecharlo.
Si te gusta jugar a las cartas es probable que hayas visto films como 21 Blackjack o Rai Man, en el que un grupo de ‘iniciados’ pone en práctica estrategias infalibles para derrotar a la casa y ganar grandes cantidades de dinero.
Pues bien, hay algo de verdad en esas ficciones y a continuación te explicaremos cómo jugar al blackjack sin romper las reglas.
En primera medida debes tener siempre claro que sin importar las reglas del blackjack, lo más importante es nunca pasarte de 21 y aprender a administrar tu riesgo. A diferencia de lo que muestran las películas, contar cartas no es la única estrategia para ganas en el blackjack.
Cualquiera que sepa cómo se juega al blackjack entiende que aunque la suerte tiene mucho que ver, tal como en el ajedrez lo que determina el final de una mano es la estrategia.
No en vano tanto en las películas, como en las guías que existen sobre el juego, el objetivo parece ser siempre el mismo: enseñarnos cómo contar cartas.
Lo que nadie nos dice en realidad es para qué nos sirve aprender a contar las cartas en blackjack, ni tampoco cómo aplicar este conocimiento en términos prácticos.
La siguiente tabla supone una estrategia previa que es bastante explicativa con respecto a lo que debes hacer dependiendo el juego que tengas en tu mano:
En este caso lo importante es que tengas en cuenta que la primera fila horizontal representa la carta descubierta por el croupier, mientras la primera columna vertical representa el valor en tu mano.
Aquí todavía no cobrará valor la habilidad de cómo contar cartas en blackjack, pero aún así reducirás la ventaja con la que juega la casa.
Todo lo que deberás hacer es cruzar el valor de la carta que fue descubierta con la fila que equivale a la carta que tienes en tu mano. La intersección te sugerirá el mejor curso de acción para jugar al blackjack tal como si estuvieras en una película.
Jugar al blackjack consiste en la mayoría de los casos en aproximarse tanto como sea posible al 21 sin sobrepasar esa marca, pero superando no sólo a los demás jugadores, sino también a la casa.
No es fácil y no siempre es posible conseguir un 21 exacto, razón por la cual en función del valor de las cartas a veces podremos conformarnos con un 20 o un 19.
El interés de tantos jugadores en cómo contar las cartas en el blackjack consiste en que les permite anticipar el futuro inmediato del juego y decidir si retirarse o pedir. He aquí una metodología básica usada por algunos jugadores avanzados a la que se conoce como ‘High-Low’.
La estrategia consiste en asignar un valor numérico a cada carta, dividiendo la baraja en tres grupos:
1) Las cartas numéricas del 2 al 6 = 1
2) Las cartas numéricas del 7 al 9 = 0
3) El 10 y las cartas alfabéticas = - 1
Esta estrategia requiere gran habilidad mnemotécnica y es cierto que aunque no rompe las reglas del blackjack está mal vista y muchos casinos la prohíben, razón por la cual se recomienda que antes de llevarla a la vida real el conteo sea tan natural y veloz como sea posible.
Al final lo que veremos es que cuando el juego ha avanzado a tal punto que sólo queda la mitad de la baraja y el valor del conteo que tenemos es alto.
Lo anterior significa que están por descubrirse más cartas altas, que bajas, con lo cual las posibilidades de obtener un 21 aumentan en nuestro favor.
Tener éxito a la hora de jugar al blackjack en buena medida está determinado por nuestra capacidad de ‘leer las cartas’, como un prestidigitador.
Dividir nuestra mano cuando tenemos dos ases o dos ochos y plantarnos cuando tenemos dos cartas alfabéticas. Los que saben como se juega al blackjack coinciden en que casi cualquier combinación de 17.
Toda combinación hacia arriba debería mantenerse ensamblada, no obstante, te sorprenderá saber que hay escenarios en los que quizás te convenga mantener la misma mano.
Aquí es cuando aprender cómo contar las cartas en blackjack empieza a tener sentido, así que presta atención a lo que deberás hacer en cada escenario posible.
En caso tal de que tengamos en nuestra mano dos ases y el recuento que hagamos dé un valor negativo como -1, - 2, o -3, significará que hay más cartas de bajo valor que con un valor de 10 en el mazo. Máxime si el croupier muestra una carta ‘fuerte’ como 8, 9 o 10.
Entonces lo más probable es que tengas una mano suave, con lo cual ninguna carta que pidas te hará pasar. Dicho de otra forma, salga la carta que salga, tu mano sólo podrá mejorar y dividir los ases convertiría una mano perdedora en dos manos perdedoras.
Sabemos que parece ir contra las reglas del blackjack, pero hay un escenario en el que podría no ser beneficioso dividir nuestros dos ochos. Nuevamente es importante saber contar las cartas y haber detectado un valor demasiado alto y que el croupier haya sacado un 9 o un 10.
En ese caso, podríamos tanto pedir sobre los dos ochos, como simplemente rendirnos.