A continuación te presentamos una guía básica para jugar al bacará que te servirá para dar tus primeros pasos en este entretenido juego de mesa. Además te presentaremos un ranking con los mejores casinos online para jugar al bacará.
El Bacará o Baccarat también se llama Punto y Banca. De hecho, hay casinos que lo nombran con esta segunda denominación. Pero es el mismo. Posiblemente, cuando se empezó a jugar a este juego en el siglo XIX había diferencias entre el propio Bacará y el Punto y Banca, pero estas se han ido difuminando, por lo que ahora es considerado lo mismo.
También hay que decir que es un juego con prestigio gracias a que ha salido en varias películas como el juego preferido de James Bond, lo que quizá le ha perjudicado a ojos del público medio, que siempre lo ha visto como un juego complicado y poco accesible, a diferencia del Blackjack o de la Ruleta.
Por todo ello es un juego mucho menos popular, o por lo menos lo era hasta ahora, ya que con esta Guía básica bacará online, todo será más fácil. Además la proliferación de casinos online ha conseguido que cada vez más gente lo encuentre interesante y quiera aprender. Además, muchos de estos casinos permiten partidas gratuitas de prueba... por lo que se puede practicar antes de jugar con dinero real.
Es cierto que al principio puede parecer un poco complicado, pero si se explica paso a paso, es entendible por todo el mundo. Eso sí, lo mejor es practicar a medida que se va entendiendo.
Pues bien, el juego empieza cuando se coloca una apuesta al jugador, al banquero o al empate. Las apuestas se colocan siempre antes de repartir las cartas. Una vez repartidas las cartas, la mano ganadora es la que consiga valor 9 o el que más se aproxime a dicha cifra. Si el jugador o el banquero suman la misma puntuación, la mano se declara en empate.
Pero primero hay que dejar claro la puntuación de las cartas: Del 2 al 9 cada carta tiene el valor nominal, el As vale un punto y el 10, la J, la Q y la K valen 0 puntos. Y como hemos dicho, hay tres tipos de apuestas ( apostar a la banca, al jugador y al empate).
Ejemplo:
¿Y como se paga? Pues si se apuesta a la banca y se gana se paga 1:1, si se apuesta al jugador, 1:1, pero si se apuesta al empate se paga 9:1. Sin embargo hay que tener en cuenta que apostando al empate la casa tiene una ventaja del 14,2%, por lo que no es muy inteligente apostar a este resultado. En el caso de apostar al jugador la ventaja de la casa es del 1,24% y en el caso de apostar por la casa, la ventaja de esta es solo del 1,06%.
Sí, podéis decir que, si se paga igual apostar por la casa o por el jugador, entonces lo mejor es apostar por la casa. Pues sí, tenéis razón. A largo plazo es mucho mejor apostar por la casa... se tienen más opciones de victoria. Eso sí, hay que pagar un 5% de comisión en este caso si la apuesta resulta ganadora.
Como veis, se trata de un juego en el que se puede apostar por el jugador, por la banca o al empate. Es decir, no es a lo que estamos acostumbrados y esa novedad atrae a mucha gente.
Estaréis pensando que si la banca y el jugador no tienen las mismas opciones de victoria será por algo, ¿no? Pues sí, es por la regla de la tercera carta. Esta tercera carta se saca en ocasiones especiales, diferenciando al jugador y a la casa. Estas son las reglas en las que se diferencia el jugador y la casa:
Reglas del jugador:
Reglas de la banca:
Teniendo en cuenta esto, la casa cuenta con una ventaja para ganar al jugador que se ve reflejada en sus posibilidades de victoria. Por ello es mucho mejor apostar a la casa que al jugador.
En base al reglamento y la importante regla de la tercera carta, la decisión más importante que debe tomar el apostante es si apostará por el jugador, la banca o el empate. Aunque haya que pagar una comisión del 5% en las apuestas ganadoras, la mejor opción en muchos casos es apostar por la banca desde el punto de vista de las matemáticas, porque es ligeramente más probable ganar la mano por el banquero (45.85%) que por el jugador (44.62%). Pero ese 1% de margen en probabilidad, aunque parezca poco, da para mucho. La apuesta menos apetecible, a pesar del pago 9:1, es el empate porque la ventaja de casa (banca) es más grande (sobre un 14%) y porque las probabilidades son mucho más bajas: se calcula un empate por cada 9.5 manos.
Cuando se apuesta en este juego, hay que tener en cuenta el sistema a emplear. Casi siempre se recomienda un sistema de apuestas con 1-3-2-6 fichas. Lo mejor es empezar por una sola ficha. Si el jugador gana, se apuesta una más y se suman tres (la primera ficha más la segunda ganada). Si se gana la segunda ronda, el jugador tendría ya seis. Del monte total, se pueden coger dos y retirar el resto. Si la suerte acompaña y la apuesta es ganadora, se pueden añadir dos fichas (unidades) más para sumar un total de seis. Tras la cuarta apuesta ganadora, el balance sería de 12 unidades o fichas (cuyo valor económico puede variar).
En esta cuenta no solemos recomendar fehacientemente una estrategia, pero ésta puede funcionar en la medida de que una derrota inicial te hace perder una ficha, ganando la primera y perdiendo la segunda, con lo que solo serían dos fichas perdidas. Si se gana la segunda, pero se pierde la tercera, el jugador tendría dos fichas de margen. En caso de llegar al final y perder la cuarta no habría mucha preocupación ya que se mantendría el balance.
Otra clave para el jugador es el momento en que saldría una tercera carta y tener claro una buena estrategia y un buen cálculo matemático. Recordemos que, en cifras bajas de una mano, el crupier invita al jugador a coger una tercera.
Es apetecible contar el número de manos ganadoras, tanto del jugador como de la banca. Pero lo más lógico es seguir las probabilidades para elegir la apuesta adecuada, según el criterio del apostante. Contar el número de partidas puede ser engañoso porque suele marcar el sentido de la apuesta, ya sea porque una de las opciones haya ganado más o porque haya perdido varias y espere un cambio de tendencia. Lo mejor es fiarse de las estadísticas y probabilidades.
Por otro lado, para los novatos en el bacará, lo mejor es iniciarse en mesas que usen menos barajas de cartas, sin olvidar que las posibilidades de ganar a corto plazo son muy bajas. Por eso es importante conocer bien el funcionamiento de juego y establecer la metodología en las apuestas y por eso también lo más recomendable es probar el juego gratis en un formato demo, como hemos comentado antes. En los principales casinos online del mercado ofrecen la opción de jugar sin dinero y de forma instantánea, sin necesidad de descargarlo ni de registrarse.
Si hay intención de apostar dinero, lo primero que se debe saber es que es uno de los juegos de casino con una apuesta mínima más alta. Por ello, es recomendable siempre establecer un límite del presupuesto disponible y dejar de jugar una vez se alcance el tope.
Mucha atención al juego en la versión online. No aporta mucho el conteo las cartas en la partida corriente ya que se barajan después de cada mano y de forma automática. Pero todo cambia si el apostante participa en un bacará en vivo: lo imprescindible es saber las cartas que han ido saliendo del zapato. Si el apostante cuenta las cartas hasta que se vacíe el zapato, entonces se pueden dar dos circunstancias: si el total de las cartas es de 16, las probabilidades de que la mano del jugador sea ganadora es mayor; si las cartas fuera del zapato no alcanzan los 16, lo mejor es apostar por la banca.
En los casinos físicos u online se puede jugar a una, cuatro, seis u ocho barajas. En función del número de paquetes, los porcentajes de probabilidades varían. Cuanto mas elevado sea el número de barajas, aumentan las posibilidades de empate/nulo (9.36% con una baraja, 9.52% con ocho barajas, aproximadamente) y disminuyen las de la banca y jugador. En cambio, el margen de probabilidades entre éstas disminuye si hay más barajas en juego.
Si salen cartas con valor nominal 5, 6 y/o 8, el margen está del lado del jugador. En cambio, en el conteo de cartas hay cartas As, 2, 3, y/o 4, lo mejor será fiarlo a la banca.
Las comisiones del bacará son de las más bajos en la oferta de juegos de casino online. La compensación del 5% que cobra la casa se da porque la ventaja del margen de la casa es más baja (1.17% de las apuestas) que el margen del jugador, en torno al 1.35% en las apuestas. Esto también indica que las probabilidades de que el jugador gane se aproximan a la banca. ¿Por qué se da esta situación? Porque el crupier participa después del jugador y parte con ventaja al conocer su juego.
A continuación hemos recogido algunas de las variantes más comunes de bacará. No obstante, deberás tener en cuenta que existen muchas otras. Aun con todo, las más populares son las siguientes:
Además del bacará de mesa grande, típico de casinos, existen otros formatos más ágiles y rápidos como el mini bacará, que permite al distribuidor revelar todas las cartas rápidamente y así el jugador puede decidir si va haber otra carta repartida o no. Se usan seis barajas. Entre la gran mesa y el mini bacará hay una versión intermedia llamada Midi Baccarat, una mezcla de ambos formatos.
Esta variante del bacará permite que los jugadores tengan la oportunidad de colocar dos apuestas adicionales: Dragon 7 y Panda 8.
Las reglas y condiciones son las mismas que el bacará de mesa grande, pero sin desviación en los pagos. No hay comisión del 5%, pero cuando el banquero gana con 6 en una mano se paga el 50% de la apuesta (0.5:1). La apuesta ganadora al 'jugador' se paga 1:1; la apuesta por el empate, 8:1.
Es la versión francesa – y la original- de este juego. Se establece una mesa de juego con seis barajas, donde uno de los jugadores asume el papel del 'banquero' y de dealer, mientras que el resto son los apostadores. De entre éstos, el que haya hecho la apuesta más alta se convierte en el representante de los jugadores 'no banqueros' y decide el curso de la acción. La figura del 'banquero' pasa de un jugador a otro siguiendo el sentido contrario a las agujas del reloj.
El juego empieza a la derecha del crupier y continúa hacia la izquierda. Entonces, el dealer/'banquero' reparte cuarto cartas: dos para sí mismo y otras dos para el común de los jugadores con la opción de repartir una tercera carta para cada bando si ninguna mano se acerca a 8 o 9. Si la mano del jugador es superior a la del 'banquero', la apuesta se divide entre los apostadores y la posición del 'banquero' pasa al siguiente jugador; si el 'banquero'/dealer tiene la mano ganadora recoge las apuestas de apostadores y mantiene su posición; si hay un empate, las apuestas se mantienen para la siguiente mano.